La educación actual, llena de desafíos como está en nuestro país, requiere de valientes que se atrevan a equivocarse y a aprender de sus errores, utilizar este aprendizaje para mejorar y compartir los hallazgos en búsqueda del bien común.
Para los «escogidos» es este post, sin embargo, confundirlo con un desaliento a los novatos basados en el título sería cometer un error capital. Digo «para los escogidos», pues ante el inicio de un viaje llenamos nuestras bolsas de ideales sueños, de aspiraciones, de anhelos de gloria y reconocimiento, mas muchos son los llamados y pocos los escogidos; muchos anhelan la corona de laurel y la gloria, pero pocos son los que trabajan arduamente para ser merecedores de obtenerlas.
Si estás dispuesto a emprender este camino, recuerda que no es una carrera de velocidad, sino una maratón ante la cual debemos guardar fuerzas para el tramo final; es un trabajo de paciencia y organización; recuerda, este último debe ser uno de los ejes primordiales para un proyecto exitoso. Muchas veces perdemos el horizonte, por lo que trazar una ruta y un plan de trabajo es obligatorio; recuerda siempre tener a la vista tu punto de partida y de llegada para no desviarnos del objetivo.
Así mismo, es más frecuente de lo que piensas programar acciones que no te lleven a nada en tu proyecto, o sentirte tentado a emprender uno nuevo poniendo en pausa el presente, es por eso por lo que debes plantear tus actividades en coherencia con tu objetivo, que cada una de ellas sea un paso más hacia alcanzarlo.
Por otro lado, algunas veces te sentirás solo, sentirás que nadie te apoya a realizar un proyecto en claro beneficio de la comunidad educativa; se empático, cada docente tiene objetivos y una visión propia de lo que espera lograr en ese año escolar, y aunque tengas razón en pensar que todos ellos se beneficiarían si te ayudarán, no impongas tu pensamiento sobre el de otro. Escoge bien a tus aliados desde el principio del proyecto, comparte tus ideas y busca colegas con objetivos afines, y ante cualquier inusitada situación aprovecha el momento para poner en práctica el liderazgo positivo, guíalos con el ejemplo.
De la misma forma, comparte el liderazgo cuando sea necesario, somos humanos y no podemos hacerlo todo solos, cuando te sientas cansado delega funciones a tu grupo de trabajo, tomate un suspiro y vuelve a caminar, es aquí donde es clave rodearte de personas en las que confíes; sin embargo, nunca dejes de observar.
Siendo los estudiantes los actores principales de la educación, dales su lugar, ellos merecen el protagonismo en la construcción de su propio aprendizaje. A veces el proyecto es sencillo y puedes realizarlo tú solamente, mas recuerda, la innovación educativa empezada busca solucionar problemas de aprendizaje en tus estudiantes, deja que se equivoquen y que vayan a su ritmo, dales aliento cuando se sientan frustrados, se paciente cuando parezca que no hay mejora, no cometas el error de mencionar acciones punitivas ante deficiencias, se siempre asertivo con tus palabras, el verbo es un arma de doble filo, finalmente, procura siempre una sonrisa en tu rostro cuando te encuentres frente a ellos, que el ambiente que les des sea de armonía para que olviden las dificultes que pueden tener en casa.
Toda empresa necesita de inversión monetaria, en lo posible busca instituciones aliadas que velan por la mejora de la educación en nuestro país, deja la vergüenza de lado y el miedo, lo peor a lo que te enfrentas es a un rechazo, y lo mejor, a hallar un aliado que te aliviane la carga económica.
De la misma manera busca experiencia, puede que tu idea necesite de ella, que sea la primera vez que te embarcas en un proyecto similar, es ahí donde instituciones expertas en el campo educativo de tu proyecto te pueden ofrecer conocimiento que no podrás encontrar en libros, mas en las memorias de aquellos que han atravesado ya el camino que has empezado a recorrer.
Finalmente, no pierdas la fe, recuerda «un viaje de mil millas comienza con un solo paso».